domingo, 14 de diciembre de 2014

FUTURISMO CIENTIFICO - LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACION




FUTURISMO CIENTIFICO.

La Agricultura y 

La Alimentación




           Razas y especies mejoradas de animales y plantas prometen alimentarnos gratamente y vencer al hambre mundial. Gran parte del desarrollo estará en los campos y en el mar. Tanto es así, que la planificación deberá contemplar cuánto producir, cómo acopiar y conservar, como distribuir, cuánto se consumirá y explotará, etc. Los sistemas de riego serán cada vez más diversos y completos en su faz de sensores, distribuidores de herbicidas, plaguicidas, fertilizantes, etc. Los desiertos con tanto sol y tierra tendrán agua abundante. La energía nuclear, gravitacional y otras fuentes de energías no convncionales, suministrarán toda el agua necesaria, a la vez que energía para producir alimentos, cloro, magnesio y todos los fertilizantes que se requieran. Incluso el desanilizado del agua de los mares pasará a ser rentable.

           La agricultura (bajo techo, gracias a la utilización de nuevos materiales), producirá aumentos más allá de las limitaciones estacionales. En nuestra publicación dé vivienda y construcciones veremos cómo lograr el control del agua por pérdidas de evaporación, el control de las temperaturas, el suministro de anhídrido carbónico etc. Él saneamiento logrará que no sean necesarios los insecticidas y tampoco los herbicidas. Las verduras y las frutas podrán ser producidas en las zonas más desérticas. Los edificios de, gran altura en madera, producirán mejores animales y mejores productos agrícolas; así lo vemos a través de un nuevo material de construcción que describimos en los temas de construcción. Asimismo su alimentación mediante las basuras hogareñas, se hará a través de sistemas de tratamiento que serán seguros, sanitaria y productivamente

      

         Los edificios de altura aprovechan el espacio aéreo más que la extensión superficial y, por lo tanto, son de aplicación allí donde la tierra es cara, como así también en las zonas urbanas. Veremos por lo tanto, granjas-rascacielos de madera, por todas partes. Las computadoras harán que.las máquinas agrícolas supervisen las cosechas y el ganado y diseñarán el mejor alimento en función de las necesidades y precios del mercado. Asimismo, decidirán el riego en función de los pronósticos del tiempo y las necesidades de minerales de sus plantas para diseñar él mejor fertilizante. Los supermercados ofrecerán aproximadamente. 10.000 diferentes alimentos de origen agropecuario., que bajarán sus precios y aumentarán en practicidad y calidad. La mayoría estarán pre-envasados en condiciones estrictamente sanitarias. En ellos podrán comprarse frutas y verduras frescas producidas localmente. Asimismo carnes vacunas y aves de corral. Gracias a la química y la mecánica, los niños podrán nutrirse tanto o mejor con golosinas que comiendo pescado o tomando leche. No sólo los granos, las oleaginosas y los animales, pueden damos buenos alimentos. Así como las hojas de las espinacas, hay infinidad de tallos y hojas que la industria puede transformar en excelentes alimentos. Las zonas tropicales no producen gran cantidad de granos ni animales, pero pueden producir bambúes de 30 metros en apenas tres meses. Se producirá 1/2 tonelada de maíz silvestre por hectárea y por día. Las proteínas de todos estos tallos y hojas son más nutritivas que muchas proteínas de semillas o animales. Estas hojas se convierten en pulpa, dónde se extrae un 20 a un 30% de proteína. Luego con ella, se pueden reemplazar, quesos, carnes, bombones, caramelos, galletitas, fideos, excelentes jamones y fiambres. Las junglas tropicales podrían justificar así, el ser tomadas como Jardines del Paraíso. Pero pronto los químicos producirán proteínas con aire, agua, amoniaco, fósforo, azufre, hierro, o simplemente con, agua y carbón o petróleo. Todos los platos de los menúes más exquisitos y exigentes, son posibles de sintetizar. El pan básicamente es: átomos de carbono, oxígeno, nitrógeno, e hidrógeno. Sólo debemos unirlos adecuadamente.                   

   Bioquímicamente si a una bacteria se le da su alimento, cubre toda la tierra en dos días. Los tiempos para duplicar el peso de los seres vivientes son: bacterias 1 hora, levaduras 2 horas, algas 12 horas, plantas 14 día, animales 45 días. Un hongo como ser viviente produce 30% de proteínas, por lo tanto, podemos delegar a estos organismos la síntesis de alimentos, que crecen millones de veces más rápido que un animal doméstico y lo hacen todo el año liberándonos de las limitaciones de tierras cultivables. Además, no requieren agroquímicos. Es tal el ajuste logrado que muchos de estos alimentos se usan para cambiar el sabor, el aspecto o la textura de otros aumentos. Hace siglos que así se los usa en quesos, vinos, cerveza, pan, etc. Es interesante destacar que no requieren fotosíntesis —excepto las algas—y por lo tanto, luz solar u otras formas de energía. Se valen siempre de los propios componentes energéticos presentes en el alimento que modifican. La levadura, por ejemplo, como parte del azúcar de la uva para el vino, se transformará en alcohol. Pero estos microorganismos pueden transformar carbón, esquistos, materias fecales, petróleo, etc. Los rendimientos pueden superar el 100 % puesto que el aire, el agua y otros componentes se integran como sólidos alimenticios. En no mucho más de 100 mil manzanas se pueden industrializar las proteínas necesarias para toda la humanidad. Habría parecido descabellado afirmar, hace pocos años que la mayoría de nuestros vestidos serian artificiales. Del mismo modo puede parecer hoy, afirmar que los alimentos se sintetizarán. Es más, la basura domiciliaria e industrial puede pasar a ser elegantísima vestimenta. De hecho en nuestra publicación sobre saneamiento ambiental, describimos métodos y técnicas para hacerlo realidad. Estas fibras también resultan útiles para la agricultura, la ganadería, la minería, la geología, la defensa de costas, la defensa contra granizos, heladas, etc.

             De ningún modo debemos aquí olvidarnos de citar, al menos, algunos de los recurso» marítimos. Los nuevos métodos electrónicos, las luces, los sonidos, los químicos junto a las embarcaciones equipadas, podrán cosechar almejas, cangrejos, langostas, ostras, etc., a la vez que los satélites nos guiarán hacia ello. Sólo en los recursos fluviales vemos fenómenos por demás atractivos. Las algas pueden limpiar los diques y lagos. Todas aquellas plantas de floración superior que crecen en los pantanos, pueden desalinizar los suelos y hacer realidad la agricultura en aguas salobres. En el mar, el primer eslabón está formado por micronimales y vegetales microscópicos que flotan en masas inmensas que se llaman fitoplancton. Por sus necesidades de fotosíntesis sólo existen cerca de la superficie. Estos aumentan a animales un poco más grandes, tomados zooplankton de ½  milímetro de longitud y otros como los crustáceos. A la vez, el zooplankton es alimento de peces más grandes: Los peces grandes representan gran parte de lo que el hombre come. De este modo, ceden materia nitrogenada y mineral absorbido por las plantas y animales más pequeños, completándose así a! ciclo alimenticio. Cuando el hombre pesca un ejemplar grande, éste pasa al final de la cadena, y es éste su principal error y limitación de pesca. Cuando más se asciende en esta cadena, menos alimento se encuentra. Algunos seres grandes como las ballenas se alimentan de un zooplankton más voluminoso llamado krill. Son unos anillados de medio  centímetro de largo parecidos a los langostinos. Debemos aprender de las ballenas a acortar la cadena para aumentar la pesca o quizás, debamos volver hacia el comienzo, el fitoplankton que se encuentra tanto en las aguas dulces como en las saladas. Una variedad donde la clorella contiene cantidades de hidratos de carbono, vitamina C y proteínas abundantes, con las que ya se hicieron exquisitos bizcochos y galletitas.

             Nuestros avances tecnológicos no deben descuidar el medio ambiente. Estamos hartos de escuchar promesas de la partidocracia ignorante proponiendo planes desalmados de desarrollo socioeconómico. No es posible el desarrollo socioeconómico sin atender previa y sistemáticamente el saneamiento ambiental. Es fundamental antes, tener definido cómo, con qué métodos, cuánto y qué producir. Asimismo qué hacer con los desechos, los efluentes, los subproductos, etc. De no ser muy cuidadosos con ellos, es probable que los planes de desarrollo socioeconómico sean contraproducentes. Es decir que las intenciones de paliar el hambre del mundo, sólo sirva para envenenarlo masivamente. Para, citar algunas: concernientes, citamos el uso de la basura domiciliaria e industrial para producir porcinos o aves de corral o el engorde de vacas desdentadas por vejez. Para ellos como lo veremos oportunamente, propondremos la pasteurización y homogeneización de esas basuras para ser distribuidas por cañerías hasta los establos. Los desechos de madera podrán chispearse y aglomerarse en forma de planchas para la construcción o destinarse a la producción de papel y cartón. Las plantas procesadoras de frutas, producen desechos de gran valor económico como pectinas y otros decididamente aprovechables.  Los  mataderos  de  aves  producen mucho deshechos que se pueden aprovechar. Sólo en las plumas hay 30% de proteínas, gelatinas de excelente calidad. Se puede lograr que las aguas servidas, los excrementos sólidos y cloacales, se conviertan en un bien económico, útil y vendible. Sólo si analizamos el uso de esas aguas para la producción forestal, ya es una excelente salida. La contaminación que produce la pobreza, es mala, pero varias veces peor es la contaminación por la pobreza moral de los habitantes y la de representantes y dirigentes que no están atentos a las devastadoras consecuencias. Si no atendemos a la desnutrición infantil, menos atenderemos a su culturización, y sin ésta no hay soberanos que defiendan con lucidez a los países, a sus plantas y animales, ni a sus propios congéneres. El agua, el aire y el suelo son patrimonio soberano de cada país. Estoy proponiendo una defensa continental. Para ello planteo la tecnología del transporte, la energía y el agua, para producir industrial y agriculturalmente cada vez más y mejor

LA BASURA DOMICILIARIA Y LA PRODUCCION DE ALIMENTOS DE ORIGEN ANIMAL

La mayor contaminación actual del mundo todo es la pobreza socioeconómica y moral. Pero el peor desastre ecológico es la polución urbana. Es decir, los efluentes líquidos y sólidos que generamos en las grandes urbes. Al parecer cuando más pobre es un país, más asistencia social requiere; pero es cuando menos presupuesto tiene, menos puede, más le cuesta y más derrocha. Este derroche es causa de enfermedades y pobreza. En vano se trata de generar políticas de crecimiento. Si el crecimiento no va acompañado de saneamiento, se corre el riesgo de cambiar riqueza por envenenamientos masivos, fatales en lo inmediato y en el futuro. El aprovechamiento inteligente de la basura y los efluentes líquidos, sean urbanos o industriales, es la solución a toda esta problemática. Los líquidos cloacales y pluviales contienen nutrientes para vitalizar plantas, bosques, maderales, etc. Casi todos los efluentes sólidos y líquidos de las industrias, tienen una tecnología para su transformación en bienes útiles y bien pagados. Una pluralidad de esto, objetivado, planteado y ejecutado a modo de ensayos de laboratorio, ciencia-técnica o plantas piloto. Absolutamente la totalidad de la basura domiciliaria de las ciudades ahora puede dejar de ser un gasto para generar actividades rentables. Para lograr esto hay tecnologías para el vidrio, los cascotes, los recortes de madera, los plásticos, papel, carbón, etc. Luego de esto queda el mayor contenido que es la masa orgánica. Se trata dé restos de comida, verduras, frutas, pan, etc., etc. Ésta, que es el mayor volumen, es con lo que podemos generar grandes cantidades de proteínas y alimentos. Para lograrlo, la técnica a seguir es simple, pero requiere voluntad y diligencia política, más que gran sapiencia técnico-científica o grandes inversiones. En algunos países su nivel de pobreza obliga a sus habitantes a buscar en la basura todo lo que no encuentra trabajando. Esto es de por sí una ventaja, puesto que esos pobres saben de basura y se los puede nuclear por pequeñas zonas y organizar una recolección muy económica y racional. Hay que romper con los camiones recolectores, las plantas de transbordo. Los obreros especializados ya existen y la basura puede ser diseccionada en sus componentes por ellos. Así tendremos la basura dividida en lo que más nos conviene y tendremos la basura orgánica también. Los vecinos ya conocen y ayudan a esos colectores ilegales de la noche. Asimismo las porterías de los grandes edificios. Todos parecen dispuestos a ayudar. Así lo demuestra una investigación estadística. Si bien toda esta problemática ya la exponemos en otras publicaciones, aquí sólo plantearemos la producción de alimentos pecuarios. Como vimos en las líneas anteriores, tendremos servida una gran masa alimentaria para la crianza de animales que se pueden reproducir y engordar a través de la basura. Para lograr esto y no fracasar, planteamos la necesidad de homogeneizar y esterilizar la basura orgánica. Ésta podrá ser provista a animales estabulados a través de cañerías a presión ejercida por bombas y en forma semilíquida y semicaliente. Los animales pueden compartir así un espacio rural con alimentos e instalaciones racionalizadas. La productividad a lograr es excelente. La tecnología básica para lograr esto se basa en una caldera de calor indirecto, tubular y continuo, que logrará una sopa espesa apta para cerdos, vacas desdentadas y otros animales. Surgirán componentes orgánicos no aptos para esta tecnología. Pero ellos pueden ser útiles para la producción de ladrillos, arenas finas o gruesas. Asimismo agregados estructurales de buenas características acústicas, aislantes mecánicos y/o químicos que los harán muy útiles para todo tipo de obras. Los efluentes de esta producción pecuaria podrán aplicarse al agro. Lo cual constituye un polo exponencial de generación de empleo y riqueza para paliar el subdesarrollo. Los mercados mayoristas concentran las frutas, verduras, carnes, pescados y otros alimentos. De allí surge una variedad de basura que puede procesarse como se expone en el punto anterior o agregarse al proceso.-